Erasmus-eando que es gerundio

Archive for enero 2011


Tras una semana inesperada (cortesía de Ryanair) en Madrid, vuelvo a estos lares para seguir contandoos cómo fue el final del primer cuatrimestre. El mismo día en que La loca los gatos abandonó el barco, yo hice mi último exámen. Y los terminé (los exámenes) encantada, porque cuando a las señoras mayores que nos vigilaban en los exámenes les decía que era española, me traían un diccionario Español-Inglés digno de reliquia de la Biblioteca Nacional. Era más viejo que las propias señoras, que ya es decir.

El caso es que todo acabó medianamente bien. De las 7 asignaturas que he tenido en el primer cuatrimestre, sólo me he examinado de 4 de ellas. No me preguntéis por qué, así van las cosas por aquí. Supongo que en breves tendré las notas y espero poder contaros que todas son aprobados, porque si no llegará mi suicidio antes de lo previsto. Aparte de esto, decir que desde ese día estoy de vacaciones indefinidas. Es decir, que no doy un palo al agua. Es decir, que estoy living la vida loca. Lo peor es que no sabemos ni cuándo empieza el segundo cuatrimestre, yo de momento no veo mucho movimiento de nuevos erasmus por aquí, aunque las malas lenguas aseguran que vienen 40 erasmus nuevos!. Qué gusto!.

En otro orden de cosas, y como ya os dejé caer: ¡¡tengo nuevo compañero de piso!!. Resulta que un gran amigo mío, francés, me dijo que si me importaba que él se viniese aquí, ya que quiere cambiarse de piso (unos párrafos más abajo entenderéis el por qué). Por supuesto y encantada, ¡dije que sí!. Principalmente porque es un cielo (y además se le ve limpio y recogidito) y, además, porque se ha enamorado de una amiga mía, Mª José de Burgos, y está todo el día en su casa, por lo que podré hacer y deshacer bastante. Así que me siento como a los presos que le dan la libertad. Pasaré de tener un monstruo en mi casa a tener a un francesito adorable, con el que por cierto comparto muchos gustos musicales, así que tendremos música de calidad (no la mierda que escuchaba la loca) como BSO del piso.

Y bueno, tras este cúmulo de noticias, contaros que la fiesta post-exámenes fue de las cosas más fuertes que he vivido. La gente, tras cabar el último exámen, se volvió, literalmente, loca. Además, para muchos era el último finde, ya que se les acababa el erasmus, con lo que la locura fue doble. Desde luego, lo que viví la noche del 15 de enero no lo puedo explicar con palabras. Para empezar, cuando llegamos, vimos que la mayoría de los chicos llevaban de botellón desde que habían salido del exámen (a eso de las 3 del mediodía). Imagináos como había degenerado ya el ambiente para las 10 de la noche, hora en la que llegamos nosotras con nuestras galas nocturnas.

La verdad es que lo pasamos genial. Cantamos, bailamos, les pusimos todos los temazos en español que os podáis imaginar… En fin, que fue una noche genial, con despedidas incluídas. Compramos las ya míticas banderas de irlanda y se las firmamos a los que se iban. Os podéis imaginar lo demás: ‘aquí tenéis un amigo para siempre‘, ‘han sido los mejores meses de mi vida‘, ‘mi casa es vuestra casa‘,… En fin, todas esas cosas sentimentales que se dicen en una despedida.

Lo que pasó fue que, a última hora, la cosa desvarió. Francesca y yo fuimos de las últimas en irnos para casa, pero, la verdad sea dicha, cuando nos dimos cuenta de que eran prácticamente las 8 de la mañana y estábamos rodeadas de animales (sí, animales) nos fuimos por donde vinimos. Lo peor vino después, aunque me lo han intentado explicar no os lo puedo decir con palabras, pero creo que esta imagen que os voy a enseñar os ilustra muy mucho lo que os cuento:

Así quedó el piso tras la noche de fiesta

Así quedó el piso tras la noche de fiesta

Pues sí. Tal y como lo veis. Bueno, tal y como lo veis no, que en esta foto no está todo el salón, ya que justo en la parte desde la que se echó la fotografía, había una tabla de plancha partida por la mitad y otras barbaridades. Y tampoco salen los baños, en los que había escrituras en los cristales tipo película de terror. ¡¡Un desastre!!. Pues bien, este es el piso donde se han hecho casi todas las fiestas eramus. Sus habitantes son 3 franceses y uno de ellos adivinad quién es…sí, mi próximo compañero!. El pobre está haaaaarto de levantarse un domingo cualquiera y encontrar que vive en el Vietnam de Apocalipsis Now.

Pero bueno, se ve que los demás disfrutan destrozando su piso, lo malo será a la hora de recoger la fianza, que otro gallo cantará!!!. Eso es todo por hoy, me retiro a hacer un trabajo, que tras dos semanas sin hacer nada, cuesta coger el ritmo. ¡¡Nos leemos!!.


Pero sobre todo, ADIÓS. Esto fue lo que le dije hace exactamente 5 días a dos cosas: los exámenes (hasta Mayo) y a la Loca los Gatos. Sí señores, llevo casi una semana de libertad, de paz, de tranquilidad. De ponerme la música al volumen que quiera, de sentarme dónde quiera, de que mis amigos vengan a casa, de que mis amigos fumen en casa. Llevo una semana sin tensión en el salón, sin tener cuidado al poner mis cosas en el frigorífico, o sin llegar a coger un plato y que todo esté sucio.

La loca los Gatos se fue tal y como vino: Sin pena ni gloria. De hecho, la única de estos lares que sabe que esta persona se ha dado el piro soy yo. Yo creo que a muchos de los Erasmus, a día de hoy, les preguntas que si llegaron a conocer a una tal ***** (su nombre), que era alemana, y dirían que no…o que no la recuerdan. Y es que hay maneras y maneras de ser en el mundo, pero ¿cómo de triste tiene que ser el pasar de manera indiferente por la vida de tantas personas?.

En fin, esas reflexiones se las dejo a ella para que las haga consigo misma. Yo ya soy feliz. Eso sí, debo deciros que nuestra despedida no fue nada agradable. Para empezar, no sé si os he contado que tenemos un sistema de electricidad curioso. En vez de pagar la luz por facturas mensuales, tenemos unas «tarjetas de electricidad» que cuestan 20 euros cada una y que suelen durar de 2 a 3 semanas. Bien, pues la Loca los Gatos y yo nos turnábamos para comprarlas. A 5 días de irse a Alemania, a la tarjeta le quedaban 20 céntimos y ella, muy amable, me dijo que como sólo iba a quedarse 5 días más, me daría 1 EURO O 2 EUROS para la electricidad. ¿Se puede ser más rata de alcantarilla?.

Sin dar crédito, le dije que no se molestara. Sin embargo, el día que se iba, se levantó y vino al salón, donde yo estaba estudiando para mi último exámen. Acto seguido me dijo:

La loca (Abriendo sus manos y dejando caer éstas monedas de 5 céntimos sobre la mesa): Mira Marta, te dejo aquí el dinero para la electricidad.

La chatarra de la discordia

La chatarra de la discordia

Yo (sin dar crédito a lo que mis ojos veían): Te puedes meter eso por el culo.

Acto seguido, muy digna, se dió media vuelta y se fue. Las monedas se quedaron ahí, y ahí seguirán, para que cada una de las personas que venga a esta casa se de cuenta de hasta qué punto lo que digo es cierto. Por cierto, hoy mi amiga Paula las ha contado (a mí es que me daba hasta espasmos de acercarme) y suman, en total, 91 céntimos.

Poco después del episodio de las monedas, la llamé para decirle que sabía que no iba a limpiar la casa porque, de no haberlo hecho en 4 meses, no lo iba a hacer ahora (juro que jamás la he visto coger el mocho). Pero, muy amablemente, le pedí por favor que limpiara el horno. Su respuesta fue que ya lo había limpiado al volver de navidad. Yo, anonadada, me levanté, abrí el horno (el cual yo no usaba desde noviembre de 2010, casi) y saqué varias patatas fritas con to’ la pinta de haber estado en una torre gemela el 11-S. Es decir, estaban absolutamente carbonizadas. Ella me contestó que no eran suyas. «No, claro, bonita, perdona…se me ha olvidado ir a decirle a la vecina si es que viene a hornearse sus patatas aquí«.

En fin, tras todo este derroche de simpatía y amabilidad en una mañana, lo único que pude decirle es que deseaba que se fuera ya a Alemania y no volverla a ver. Yo, que también soy muy digna cuando quiero, cogí mis libros, cerré la puerta de mi habitación con llave (no fuera que a última hora le diera por prender fuego a mis enseres) y me fui a mi último exámen sabiendo que cuando volviera iba a encontrarme con lo que me encontré: la casa vacía!!!.

No os puedo describir cómo es ese sentimiento de liberación. Sentir que la losa que cargabas desde septiembre ya no está sobre ti. Inenarrable. En fin, lo que ha venido después de eso lo podéis imaginar, pero os lo cuento el próximo día que si no esto va a ser eterno. Os dejo una foto que ilustra cómo dejó el fregadero la cerda máxima de Alemania. Espero que, allá dónde esté, se encuentre muy agusto, porque no quiero volverla a ver aparecer por aquí. Muajajaaaa (risa maligna).

Su última puñalada

Su última puñalada

Y en el próximo capítulo:

– Cómo acabaron los exámenes.
– Cómo fue el finde más loco de la historia de los Erasmus.
– Y posiblemente…habemus nuevo compañero (¿Cuál será su nacionalidad?).

¡MUY PRONTO EN LAS PANTALLAS DE SU ORDENADOR!. That’s what I said! 🙂


Bueno, como el título reza, es temporada de exámenes en Irlanda. O eso dicen. La verdad es que estoy bastante aburrida, las épocas de exámenes aquí no son como las españolas, en las que haces vida social aunque sea yendo a la biblioteca de ACUÑA. Aquí está todo el mundo encerrado a cal y canto en sus respectivos pisos y no sale la gente ni para respirar aire puro. Así que yo me aburro. Porque, sí, bueno, todavía me quedan dos exámenes, pero es que no todo en la vida es estudiar!!!. No os digo más, que mañana me voy a ir a la biblioteca sólo para ver a personas (y digo personas, porque lo que tengo en casa es una momia).

Bueno, la parte positiva es que los exámenes son súper divertidos. Sí. Para empezar, son dondecristoperdióelmechero. Es decir, en un pabellón de baloncesto al que nos lleva un autobús 45 minutos antes del exámen. Una vez allí, nos reparten en pupitres numerados por asignaturas. Y, lo mejor de todo, es que no está tu profesor de la asignatura para vigilarte/solucionarte algún problema. Lo que hay en el pabellón son señorasmayores/viejas jubiladas que tratan de impedir que la juventud se copie. Todos los exámenes (aunque sean de «costura») duran dos horas, y puedes ir al servicio (increíble e inaudito). Para ello, basta con firmar un papel con la hora de salida del recinto y la hora de entrada. Y lo mejor es que una de las viejas te acompaña al servicio! Es genial, en el próximo exámen voy a ir al servicio. Imaginaóslo:

– (Yo entrando al servicio) Mire, señora, ¿me podría sujetar el bolso?
– (La señora esperando en la puerta) Sí, claro…
– (Yo desde dentro del servicio) Ay señora, se me ha olvidado, ¿me puede usted pasar una compresa? Sí, mire, en el bolsillo interior de la derecha…

¡MORTAL!. En fin, que al menos, con toda esta parafernalia, me entretengo que no es poco para la época en la que estamos. Como os digo, aún me quedan dos. Y diciéndolo así parece que he hecho cinco ya… Pues no. Sólo he hecho otros dos. ¡¡Y hay gente que sólo ha tenido un exámen!!. Si al final la Universidad Irlandesa va a ser lo mejor…

En otro orden de cosas, debo decir que estoy feliz cual pajarillo volando. La razón de esto es porque ya sé la fecha en que empieza mi ansiada libertad. No, no estoy hablando del día en que termino exámenes, si no del día en que La loca los gatos se pira! El día D es el viernes que viene, 14 de Enero, así que la fiesta inauguración de mi piso será esa misma noche. ¡Por fin podremos hacer botellón en mi casa!. Puede que muchos no me entendáis, pero será una liberación comparable a la del Éxodo de Israel o a la de aquel 20 de Noviembre cuando Franco la palmó (qué dura soy). En fin, que Alemania vuelve a Alemania, lugar que le pertenece y del que nunca debería haber salido. En realidad me da pena por ella, por esas tardes en las que se siente a pensar qué hizo en su Erasmus y se recuerde sentada ante su ordenador comiendo patatas fritas (y amargada por la enana de compañera española). En fin, Auf Widersehen (adiós) querida, Auf Widersehen (adiós).

En fin, no tengo mucho más que contaros, de hecho debería no contaros mucho más porque tengo que seguir estudiando. ¡¡Pero es que se me ha olvidado estudiar, lo prometo!!. Así que a disfrutar del domingo noche y mañana, queridos, será otro día.


Pues sí. El período vacacional ha terminado (Feliz Año, por cierto). Han sido 20 días estupendos pero muy breves, y es que, cuantos más años tengo, más me gusta estar en mi pueblo, con mi familia, mis amigas y mi perro. Qué le vamos a hacer.

El caso es que hay que cerrar etapa (la de 2010) y abrir una nueva: 2011. A priori, no me gusta. Porque es impar y porque cumplo años impares. Pero bueno, como soy Doña Manías no iba a ser menos. No obstante, seguro que será un año estupendo. Aún me quedan 5 meses largos en Dublín y hay que aprovecharlos al máximo, que el curso que viene otro gallo cantará.

El viaje fue más bien tranquilo y sin sobresaltos. Eso sí, antes de embarcar me aseguré de traerme conmigo un manjar para el paladar de los que aquí no se disfrutan. Esto es, una botella de Barceló, que bastante nos hemos machacado el hígado estas navidades. El día 15 es el DÍA. Todos acabamos los exámenes (sí, la suerte que tenemos es que sólo duran dos semanas) y algunos, a la vez, dicen adiós. Hay gente a la que el Erasmus se le acaba con los exámenes, así que supongo que desde ese día hasta que se vayan, hay tiempo de que Dublín arda en llamas.

Debo decir que aún no me he cruzado con La loca los gatos, ya que cuando llegué (11 de la noche) ella estaba acostada y cuando me he venido esta mañana a la biblioteca (sí, uh! biblioteca..) ella estaba desayunando y no he querido entrar en el salón y que se le atragantara la tostada. Así que no os puedo contar mucho más, sólo que rezo para que pasen los días y verla salir, maleta en mano, rumbo a su Alemania de su corazón: ¡Bis Später, Lucas!. Sus días, nuestros días, están contados.

En fin, tenía esperanza de no tener que volver a escribir aquí porque creía ciegamente que «El Niño» me haría rica en este día de Reyes tan horroroso que voy a tener de estudio. Ahora ya sabéis lo que me ha tocado. Ni la pedrea, oiga. Que disfrutéis, vosotros que podéis, del día de Reyes en compañía de familia y amigos. Me voy a poner a estudiar derecho, así que… nos vamos leyendo!!

Por cierto, os dejo algo que me ha encantado. Por cosas como éstas decidí estudiar lo que estudio. Porque, a veces, la publicidad es capaz de hacer magia…



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  • Tia Pi: snif, snif, que penita que acabe esto... con lo qye yo he disfrutado. Mil besos, llámame en cuento llegues al pueblo y nos tomamos algo ¿ vale?
  • Tia Pi: ¿ solo 9 días? y ¿ahora que va a ser de mi sin poder disfrutar de este blog que tan buenos ratos me ha hecho pasar y tantas lágrimas de risas me h
  • erasmuseandoqueesgerundio: Jajaja, para nada Jose, créeme!

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